martes, 27 de octubre de 2009

Me robaron mi laptop, ya ni la chingan!!

(Reproduzco aquí un texto de hace algún tiempo de un gran amigo: Pablo Ochoa. Lo dejó como comentario en un post sobre el desapego, pero me parece que es pertinente publicarlo tantito como homenaje a lo que este texto significó para muchos, tantito también por no dejar de amorfizar conciencias, a lo que el texto funciona y merece) (Un abrazo a Pablo Ochoa)

Jajajaja había una cancioncita que decía: …Meeeeee robaron mi tambor ya ni la chiiiiiingan… que siempre me dio mucha risa por que, por lo que entiendo, es la continuación de la canción del “niño del tambor” el cual solo poseía ese viejo tambor Jajajaja que ojetes… es humor negro pero así es la vida y el niño debió de seguir adelante con o sin tambor.

Esta muy chido el rollo de desprenderse de lo material (trascenderlo) y de no depositar tu felicidad en lo que quisieras tener, pero llevarlo a la práctica es otra cosa… Aunque esto suena muy oriental, en el mismo catolicismo lo incluye: “deja todo y sígueme” (en otras palabras renuncia a todo y entrégate a la existencia) sin embargo en sentido práctico, no es sencillo. Para evitar confusiones quiero utilizar una analogía: algunas personas piensan que dar la vida significa morir y otras que renunciar a lo material es alejarse de todo lo que te da el mundo, yo considero que ambas están equivocadas.

En la primera es más evidente: no estás dando tu vida, ¡estás dando tu muerte! Sin embargo la segunda necesita analizarse un poco más: Todos necesitamos materia para vivir, comida para el estomago, oxigeno para los pulmones, dientes para masticar, piernas para movernos, cabello (y también ropa) para el frío y así podemos seguir hasta el punto de decir que necesitamos un auto para ir a trabajar. Todo es materia; por tanto, renunciar a toda materia es dejarte morir, lo cual se le dice SUICIDIO y ya no te estas entregado a la vida sino a la muerte. Así que ¿qué quieren decir con “renuncia a las ilusiones materiales”, “suelta todo lo que te ata con este mundo terrenal” y “déjalo todo y sígueme”?. No tengo “LA” respuesta pero si una salida viable que se desprende de un principio muy importante: “Ya eres lo que puedes ser” es decir: LA BUSQUEDA TERMINA AQUÍ, ya tienes todo lo que necesitas para ser feliz, ya eres suficientemente bueno para ti mismo y ya eres digno de todas las bendiciones que has recibido.

En ese momento ves con amor todo lo que esta en tus manos y lo disfrutas… cada pedazo de pan que llega a tu boca tiene un sabor completamente nuevo, cada aroma tiene un significado maravilloso, cada persona en tu vida es importante, eres capaz de disfrutar cada momento pleno y consciente y, sobre todo, eres capaz de vivir al máximo lo que está en tus manos para saber dejarlo ir en el momento en que se termine. De aquí sacas buenas conclusiones: 1 Si quieres vivir plenamente lo que tienes HOY, olvídate de lo que tenías AYER y deja de preocuparte por le que tendrás MAÑANA. (también aplica para: “lo que eres HOY”) 2 Si de repente pierdes eso que te esta haciendo feliz entonces olvídate de ello y sigue adelante. 3 No es fácil (jajajajaja), todos nos apegamos a las cosas; a alguna relación amorosa, a nuestros zapatos viejos que nos gustan mucho, a cualquier bien material que nos da alegría, a todas las fotos y objetos que nos recuerdan gratos momentos y viejas experiencias, a nuestro cuerpo que nos permite hacer de todo, a nuestra familia y amigos que amamos y que siempre nos apoyan.

Sin embargo “la vida” no se anda con mamadas y en cualquier momento podrá llevarse cualquiera de estas cosas, la gente muere, las cosas se pierden (o te las roban jejejejeje), las relaciones amorosas se terminan, el cuerpo envejece y en algunos casos queda destruido por algún accidente, ¡en todos estos puntos es cuando realmente nos enfrentamos a renunciar a lo material! y ¡ah! que cabrón es esto… no nos imaginamos nuestra vida sin familia, sin comida (realmente sin comida), sin piernas, sin ojos o sin amigos, en otras palabras, sin TODO lo que crees que forma a tu persona.

Yo siempre sueño que se me caen los dientes y tengo mucho miedo de tener cáncer en la boca y no volver a comer como lo hago ahora. Pero del mismo modo encontramos cientos de historias de gente que sufrió perdidas enormes de personas que vieron morir a su pareja e hijos y se sobrepusieron, de gente que quedo paralítica y encontró que su vida aun tenía sentido, de gente que salió de la pobreza y que luchó contra la opresión por alguna causa que consideraba justa, incluso de personas que tuvieron una vida hueca y sin sentido hasta el día en que (Gracias a Dios) les dio cáncer y encontraron un “por qué” en su vida. ¿Cómo es eso posible?, en muchos casos el reponerse al sufrimiento le da sentido a la vida del ser humano y demostrar que ERES MÁS GRANDE QUE TUS CIRCUNSTANCIAS te da el tesoro más valioso y la riqueza más preciada: puedes ser feliz PASE LO QUE PASE… y que huevotes se necesitan para esto…

Hoy me abrieron mi coche y me robaron mi mochila café con un logo bordado en la parte de enfrente, con mi tarea del jueves, mis apuntes del semestre, el radio con un disco que yo quemé, mi Laptop y dentro de ella las fotos, cartas y recuerdos que fui acumulando por 23 años… dejarlo ir, no hay de otra.

Estoy en un excelente momento dentro de mi vida: SOY FELIZ y creo que, al ponerlo en perspectiva, se robaron algunas de mis cosas pero no mi felicidad, Dios proveerá…Un buen día me di cuenta que la felicidad esta dentro de mí, que cualquiera puede venir a tomar de ella… pero nadie es capaz de llevársela.

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miércoles, 21 de octubre de 2009

Segunda aproximación a lo que La Vida es...

Mira: a veces te sonríe y a veces te da la espalda. Así es la vida (¡es como una mujer: en muchos sentidos es como una mujer!).

A veces va jugando contigo dejándote creer que vas ganando, a veces te obliga a dejarte perder. A veces, simplemente, pierdes ante ella. A la Vida no le importa si te enojas con ella, ni se siente profundamente culpable por las cosas que te suceden mientras ella. Se entretiene viendo como la persigues cual misterio, cómo tratas desesperadamente de entenderla. Te deja desnudarla un poco, pero a penas un poco suficiente para no saber si quieres continuar develándola o si seguir sería una imprudencia peor. Te llena de ganas y te deja con las ganas. Y luego se voltea y sonríe, una sonrisa pícara y a ratos maldita que te frustra pero te deja esa extraña sensación de que es un juego. Y luego te paras y ves que el juego es para ella y no para ti: tú eres el jugado.

La Vida a veces te sonríe y a veces te patea. Así es la vida.

Lo verdaderamente importante está en que sepas que solo está jugando. Que siempre está jugando. Que las ganas, la frustración, la sonrisa o la patada son parte de un juego donde lo único que tú tienes que hacer es aprender:

Aprender a saber dónde hacerle cosquillas para que la frialdad de la espalda, el calor de la patada, se transformen en un juego de dos. Hazle cosquillas a la vida (le encantan las cosquillas) y estarás un paso más cerca de dsifrutarla. Pero como con las mujeres (¡Las mujeres se parecen mucho a La Vida: en muchos sentidos se parecen a La Vida!): se trata de disfrutarlas, no de querer entenderlas...

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domingo, 18 de octubre de 2009

Alzheimer colectivo: pan y circo.

Cuando uno siente que le están viendo la cara de pendejo, lo mínimo que se puede hacer es manifestar su molestia.

El cuento es conocido: Luz y Fuerza del Centro es eliminada del mapa por un gobierno calderonista que no sabe pa donde patalear en las arenas movedizas de esta crisis en desarrollo. No sabe pa donde, pero solo sabe patalear. En fin: el BOOM mediático señala a un sindicato abusivo en una empresa estéril que genera pérdidas millonarias y etc. Mientras en la tele se ofrecen las razones para que la gente entienda la "necesaria" medida, en el Internet, la Jornada y otros círculos más letrados se habla de la injusticia del proceder gubernamental. ¿A quien irle?

Puede ser que sí: que LFC pierda más dinero del que puede ganar, que los líderes del sindicato exigan prestaciones ridículas y las cosas sean tan feas como dicen que son. Puede ser que también: el cierre de la empresa represente un intento "enmascarado" para la privatización convenenciera de recursos a favor de la IP. Lo que de hecho es (no 'puede ser': ES) es que están pasando por encima de la gente de una manera anticonstitucional, auoritaria y francamente vomitiva. Gobernación dice que la empresa no genera. La empresa, con todo y todo, no la maneja el sindicato sino sus altos mandos que son... pues en este caso el mesmísimo gobierno (convenientemente paradójico). Y si una situación de crisis interna es tan grave como para "requerir"- como dice Calderón que requirió - el cierre de la empresa, no es algo que pasara en un momento: fue algo que se dejó crecer sabiendo a donde llegaría. No se vale ir fumando un chingo diario y después quejarse de que te da cáncer.

Lo que aquí quiero expresar es algo todavía más general a partir de esta situación: en Roma, Juvenal ironizaba la manera en que se mantenía a la ciudadanía fuera de las decisiones políticas inonvenientes: "panem et circences". Al pueblo pan y circo. Entretengan al pueblo y el pueblo no se meterá con el gobierno. Si el pueblo no se mete con el gobierno, el gobierno haga entonces lo que quiera... con el pueblo gobernado.

Me queda claro que si las cosas están bien hechas, el Pueblo puede participar, saber, opinar, ejercer sus derechos... me queda claro que si algo no está bien hecho, entonces vendrá siempre de la mano del circo mediático y demás. La ocupación de LFC no se hizo de manera que quedara evidentemente clara ante la sociedad: se hizo durante la euforia colectiva de una selección nacional de fútbol calificando al mundial. Si fue necesario que el pueblo tuviera un distractor, entonces significa que la acción cometida es contra el pueblo. Lógica tal vez demasiado elemental pero, si reflexionas en ello como axioma, repleta de sentido.

Del "panem et circences" al alzheimer colectivo nada más media un poco de tiempo. Al final no es culpa ni del sindicato ni del gobierno. La culpa la tenemos nosotros como sociedad. El sindicato es la excusa y el gobierno la causa, pero es nuestro Alzheimer social el que le dota sentido y movilidad a la mala pasada. Usando unas olimpiadas se pretendió reprimir un movimiento estudiantil en 68; de la mano de un marciano comecabras se anticipó un movimiento inflacionario a favor de unos cuantos y en contra de muchos más en 94; te llenan de teletón y sergio andrade y michael jackson mientras violan niñas en la Sierra, implementan impuestos innecesarios y formulan alianzas partidistas que rayan en lo grosero (para muestra la coalición PAN/PRD que amén del absurdo ideosincrático también maquilla, por ejemplo, el trasfondo de la pugna por un supuesto fraude electoral en 2006)...

El problema es que como sociedad civil dejamos de lado nuestra conciencia histórica, nuestra memoria histórica. No hace falta escuchar al incompetente de Calderón y sus razones desde la lengua de López Dóriga - lengua a medio pudrirse a fuerza de lamer botas. No hace falta leer la Jornada y Milenio para hacerse una opinión popular. No hace falta. Hace falta recordar, darse cuenta, reaccionar. Nos están viendo la cara de pendejos desde hace siempre. Y desde siempre se los vamos permitiendo, tragando pan y circo hasta perder la memoria.

Basta ya, digo yo. No se vale que nos pasen por encima y se burlen de nosotros. No se vale que se sigan cometiendo atropellos como el de LFC: con una mano señalando y jurando mil razones y con la otra alimentando una cámara de diputados que, si el despilfarro de recursos, la incompetencia del trabajo, el no pago de impuestos y el abuso de unos cuantos sobre recursos públicos van a ser la medida, entonces el congreso también debería ser cerrado con las mismas condiciones con que atacaron al Sindicato de Electricistas.

Apoyemos toda causa contra quienes nos quieren ir borrando la memoria. Tengamos sensibilidad civil para con los nuestros. Unámonos al menos en lo básico: el derecho a ser tratados más como personas y menos como borregos. Nos siguen viendo la cara de pendejos y, como dije, lo mínimo que se puede hacer es manifestar el descontento.

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martes, 6 de octubre de 2009

Un problema

El problema es que cuando la educación es el problema, entonces ya todo valió madres. Porque si tu país, digamos, está en crisis económica y tú estás sufriendo desempleo y hambre, puedes salir y matar para sobrevivir. Pero si tu país te educó para que tenga sentido lo que acabo de sugerir, ENTONCES tenemos un problema...

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lunes, 5 de octubre de 2009

Tú eres un accidente...

Te cuesta trabajo aceptar que no fuiste planeado. Es tácitamente importante sentirse planeado, sentirse esperado, creer que tu llegada al mundo y la aportación que vienes a hacer aquí –sea cual sea- no es resultado de la casualidad, sino que tiene algún sentido.

Cambia de idea: eres un accidente. Como todos…

Cuidar el autoestima está muy de moda, y no lo estaría si no jodiéramos tanto el autoestima en principio. Y para cuidar el autoestima es importante sabernos únicos, especiales, significativos para alguien más (primero) y para nosotros mismos (después).

La idea de partida es que “el milagro de la vida” en general es un patético accidente. Míralo así: la densidad de espermatozoides en el semen varía de 50 a 150 millones por mililitro. Uno tira entre 1.5 y 5 ml. En promedio (aunque en algunas circunstancias se puede llegar a 15 ml.) En una eyaculación “viajan” entre 200 y 400 millones de espermas. Un óvulo chido aguanta 48 horas de vida útil. Mínimo 20 millones de espermas sobreviven esperanzados al camino para intentar fecundar a un óvulo que, además, resulta ser quisquilloso. A veces, alguno lo logra. ¡¡Y por eso estás aquí!!

Sal a la calle, sube a un edificio alto a la hora pico (o al metro en el df, no sé) y observa a la gente pasar. Suma la gente que va a pie con la que va en auto o camión. Mira: cada una pudo ser un esperma en búsqueda de un solo óvulo. ¡Toda la ciudad en una eyaculación! Y entre tanto esperma, uno se convirtió en ti. ¿Más o menos te figuras la magnitud? Si cualquier otro esperma que no fuera el que te formó hubiera ganado la carrera, tú no serías tú: serías otro. El accidente se dio entre espermas, no antes de expulsarlos.

Sirva la analogía para hablar de lo que venimos a hablar. Los accidentes son una verdadera maravilla. Por accidente estás aquí, morirás accidentalmente. Accidentalmente fuiste educado en equis lugar y no en ye. Es un accidente que estés en México y no en Argentina o Cuba o Viceversa. Las cosas que haces, las cosas que te hacen, accidentan a alguien en algún otro lugar. Le llamamos “la otredad”. Y la otredad es un accidente también. El accidente del que quieren que te avergüences porque, en principio, puede dañar la autoestima del sistema: la vanidad del consumo, la complacencia de la vida complicada. Los accidentes somos hermosos y horribles. Somos milagros. ¡Salud por eso!

Termino con un relato favorito (uno de tantos). La “historia verídica” de Julio Cortázar (mi favorito). ¡Desde mi blog, se entiende bellísimo!


A un señor se le caen al suelo los anteojos, que hacen un ruido terrible al chocar con las baldosas. El señor se agacha afligidísimo porque los cristales de anteojos cuestan muy caros, pero descubre con asombro que por milagro no se le han roto.

Ahora este señor se siente profundamente agradecido, y comprende que lo ocurrido vale por una advertencia amistosa, de modo que se encamina a una casa de óptica y adquiere en seguida un estuche de cuero almohadillado doble protección, a fin de curarse en salud. Una hora más tarde se le cae el estuche, y al agacharse sin mayor inquietud descubre que los anteojos se han hecho polvo. A este señor le lleva un rato comprender que los designios de la Providencia son inescrutables, y que en realidad el milagro ha ocurrido ahora.


FIN

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domingo, 4 de octubre de 2009

Hacia una filosofía del desapego.



(La foto es de mi amigo Jonathan Muró, que espero subir más fotografías de su extraordinario trabajo. Tiene relación con lo aquí escrito: es cosa de rascarle nada más)

Abrimos los ojos: estamos en un mundo que gira más rápido cada vez. Formamos parte de una sociedad globalizada, una ideología que se consolida a ritmos irregulares; que se consolida en la prisa, en la productividad, en el consumo y más en el consumo. La tecnología se mueve más rápido que uno mismo: conviene la prisa, la comodidad, lograr más en menos tiempo. Se vuelve necesario tener, acumular; se vuelve necesario moverse más rápido, preguntar menos y hablar de más. Así abrimos los ojos a la vida en mi generación, algunas antes y algunas nuevas.

No es una crisis de los tiempos: es como las dinámicas sociales se han venido sucediendo. Inevitable quedarse en la avalancha, imprescindible acomodarse a la realidad en curso. Y desde en medio me toca ser testigo de la banda que, como yo, de pronto nos encontramos rebasados en la búsqueda de un sentido para la vida, o una forma de vida que nos lleve a ser felices. Porque de eso se trata para casi todos: de tratar de ser felices.

La forma en que lo he encontrado: una filosofía del desapego. Entendiendo el desapego como una manera de estar en el mundo sin ser del mundo. No la renuncia que exigen los que temen a la palabra, pero sí un entendimiento claro de un axioma muy sencillo: nada de lo que yo tengo me pertenece. Y al no pertenecerme nada, nada me hace realmente falta.

Porque ahí empieza el problema: una cosa es necesitar algo y otra es que te haga falta. No se trata de no tener cosas materiales, sino de estar apegado a las cosas que tienes. Porque entonces las carencias se experimentan como sentimientos de vacío a partir de la idea de que “hacen falta”. Y esos sentimientos de vacío son espejos de ideas generadas en torno al apego que a) producen infelicidad y b) te obligan a retroalimentar esas ideas y darles continuidad y movimiento.

Se trata pues de aprender a no estar realmente ligado a nada material. No estar ligado a un coche, o a un celular, o a unos tenis. Si tienes coche o celular o tenis, desapegarte de ellos no significa deshacerte de ellos. Simplemente entender que son tuyos pero no te pertenecen: que se acaban. Que se pueden acabar y que a ti no te afectará realmente. Que te los pueden robar, que se pueden desgastar, que igual podrías dárselos al otro sin que a ti te pase sustancialmente nada. Que los puedes usar y está bien; que sirven, sí, pero que no te hacen falta. Si se puede entender esto, se llega a una forma de vida (principalmente en nuestro contexto) menos estresante y más feliz. Aunque llegar a entender esto resulta muy complicado (principalmente en nuestro contexto…)

Después, entender que el desapego funciona mejor con TODO lo que es material: tus padres, tu pareja, tus piernas… En el mismo sentido, desde una filosofía del desapego, entender que NADA te pertenece no te debe conducir a un sentido de indiferencia, sino de sincera y real tolerancia. Perder los celos y alcanzar un nivel de confianza verdadera y esencial, superar pérdidas de seres queridos, asumir tus verdaderas capacidades… una forma de vida así representa una ventaja excepcional en esta configuración social de la que partimos.

Entender el desapego es la idea en la que más he invertido tiempo a últimas fechas. Me encanta hablar de esto, me encanta predicar sobre ello (predicar con el ejemplo) y amo la vida que llevo desde que procuro hacerlo. No sé si estoy del todo listo para explicar en un post todo lo que una filosofía del desapego me ha llevado a entender en su búsqueda y ejercicio, ni si pudiera explicar más concretamente esta idea que no se termina de “amorfizar”. Lo intento porque a divagar se viene a este blog, y lo dejo como una invitación para quien quiera hablar de esto y compartir.

De lo que tengo certeza es de que una filosofía del desapego mejoró mi calidad de vida. Es Verdadero y sutil. Una bocanada de aire fresco ante la avalancha, una forma de vida hermosa, en fin.

Algún día podré explicarlo mejor para quien esté interesado.
(Ojalá que de principio estés interesad@, el texto habría valido la pena).

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